Es
un problema alimenticio que hace que las personas tengan otra
percepción de la realidad de manera que a sus ojos siempre están
demasiado gordos/as aunque en realidad no sea así.
Cada
día más adolescentes y niños sufren de anorexia. Este problema
principalmente está causado por los cánones de belleza.
Normalmente,
la víctima empieza a comer menos cada día hasta que llega un punto
en el que casi no come o directamente no come. Esto afectará
terriblemente a su salud, pudiendo incluso causar la muerte.
Las
personas anoréxicas no solo dejan de comer si no que también buscan
maneras de perder peso, como: esconder comida, moverse a la hora de
comer, hacer todo el ejercicio que puedan (sobre todo después de
comer).
Hemos
conocido casos de chicas anoréxicas y nos han llegado a sorprender
mucho sus contestaciones a la hora de ofrecerle algún alimento,
como: -“No puedo”, y decirle -”¿No puedes?” y que nos responda -”No, porque no quiero”; -”Ya comí mucho ayer”
Una
chica cercana a nosotras tuvo problemas de anorexia, a causa de esto
se fue a vivir con su abuela y lo único que quería comer allí eran
2 galletas y un vaso de leche. Y cuando limpiaron su dormitorio encontraron las galletas en montoncitos muy ordenados debajo del
colchón. No había comido absolutamente nada.
Hoy
en día esa chica ya tiene una alimentación “normal” pero sigue
muy obsesionada con su cuerpo; aunque esta muy recuperada.
La
mejor manera de solucionar estos desórdenes alimenticios es
ingresando a estas personas en centros especializados. Allí estarán
mejor cuidados, ya que cuentan con un equipo especializado en salud
mental. El mayor problema es detectar dicha enfermedad y admitir que
existe y buscar una solución para que no vaya a más.
Por
ello, pensamos que hay que darse cuenta del problema y buscar
solución, estar encima de los enfermos y vigilar sus comidas. Puesto que
necesitan ayuda, ¿no deberíamos dársela?