Hace ya unos meses, al principio de este nuevo curso, nos propusieron, en la asignatura de Proyecto Integrado, hacer un blog en conmemoración del 25 aniversario del centro. Aceptamos de inmediato pensando que sería una actividad divertida, y acertamos. Dividimos la clase por grupos y a cada uno de ellos le tocaría crear una parte del blog. Mi grupo y yo, tuvimos que hacer el apartado, 25 Aniversario del IES Saladillo, en el cual, hacemos entrevistas al profesorado. Y la primera entrevista que decidimos hacer fue la de Mario Ocaña, el profesor de Historia Contemporánea.
Ese día, habíamos tenido clase con él a primera hora. La entrevista tendría lugar a tercera.
Cuando bajamos para reunirnos con èl, estábamos un poco nerviosos, porque era la primera vez que entrevistábamos a alguien y no sabíamos como hacerlo.
Fuimos a buscarlo a la sala de profesores, y no estaba. De repente lo vimos aparecer desde la conserjería. Allí venía con esa sonrisa que pone a veces. Buscó un lugar para hacerla, pero todo estaba ocupado. Volvió a donde le estábamos esperando y dijo:
Fuimos a buscarlo a la sala de profesores, y no estaba. De repente lo vimos aparecer desde la conserjería. Allí venía con esa sonrisa que pone a veces. Buscó un lugar para hacerla, pero todo estaba ocupado. Volvió a donde le estábamos esperando y dijo:
- Chicos, creo que no vamos a poder hacerla, no hay ningún sitio libre. - De repente, sonriendo de nuevo rectificó- creo que ya sé dónde podemos hacerla.
Y subimos al segundo piso, al aula de convivencia o "de castigados" como la llamamos nosotros.
Y subimos al segundo piso, al aula de convivencia o "de castigados" como la llamamos nosotros.
Entramos, encendimos las luces, tomamos asiento y un poco de contacto con él. Cuando cogimos la cámara para ponerla a grabar dijo: “Tenéis que sacarme del lado bueno ¿eh?” (Mario siempre intentando relajar el ambiente).
Sacamos folios y bolígrafos. Nos miró y nos dijo “manos a la obra”.
Estábamos nerviosos y un poco avergonzados, empezamos con la primera pregunta. Mario sonreía mucho, no sé si porque estaba ansioso por escuchar las preguntas que habíamos preparado o porque realmente, él también estaba nervioso.
- Estamos en el aire- dijo Mario risueño.
+ Bueno Mario, te vamos a hacer una serie de preguntas, porque estamos realizando un especial de La Papelera, antigua revista del instituto que cumple veinticinco años. Entonces, como usted lleva aquí mucho tiempo - Mario asiente con la cabeza -, porque lo hemos visto en una edición de La Papelera con el pelo negro - vuelve a asentir entre risas -, pues queríamos saber cuantos años lleva usted aquí, en este instituto.
- Yo en este centro llevo veinte años
+ Y, ¿ha estado en otros centros?
- Yo estuve, cuando saqué las oposiciones, dos años de prácticas en el instituto Isla Verde, y antes estuve trabajando siete años en la privada. Y también desde hace muchos años doy clases en la Universidad a Distancia.
+ Y usted qué prefiere, ¿privada o pública?
- Yo siempre pública, sí porque yo creo que la enseñanza pública es un derecho que tienen todos los ciudadanos a pesar de que muchos de ellos lo desaprovechen. Pero es un derecho adquirido y creo que el estado debe implicarse más en la conservación y en la mejora de la enseñanza pública porque es una ley de todos los ciudadanos.
+ ¿Qué diferencias cree que había entre los alumnos de ese tiempo y los de ahora?
- En ese tiempo,¿te refieres al Paleolítico?- dijo Mario entre risas- ¿Cuándo yo empecé no? Pues en principio, el sistema educativo era diferente, era quizás, bastante más exigente de lo que es ahora. El alumnado también tenía una actitud diferente hacia lo que era el estudio y el esfuerzo. Los alumnos se enfrentaban constantemente a pruebas más complejas y más difíciles de las que hacemos ahora. Pero desde el punto de vista personal yo creo que tan buenos eran ellos como personas como los alumnos de ahora, quizás porque el sistema educativo los hacía ser más competitivos, esforzarse más..
+ Ya sabemos que a ti te gusta el ciclismo..
- Sí
+ Entonces, ¿cuántas bicis tienes Mario? Porque está la bici rosa, esa que nos contaste ...
- La famosa bici rosa, que no es una leyenda urbana -entre risas- sino que es una realidad. Yo tengo en mi casa (pensándoselo un poco), cinco bicicletas. Pero no tengo coche.
+ Ah, ¿ y qué vas a todos los sitios en bici?
- No, normalmente voy andando o en autobús, en verano, en primavera y en verano voy a muchos sitios en bicicleta.
+ Y, ¿es a ti al único al que le gusta el ciclismo?
- ¿De aquí del instituto?
+ Sí
- ¡No, hombre! Este instituto tiene un magnífico equipo ciclista, pues está Perfecto, que anda mucho en bicicleta, Tomás, Leo, Antonio González que antes también andaba pero ya hace mucho que no la coge,- pensándoselo un poco- el año pasado estaba Arturo, también hubo aquí otro profesor Javier Muñoz que era un excelente ciclista y... bueno pues todos desde un tiempo a esta parte hacemos viajes por España. Este año hemos ido desde Soria a Oporto.
+ ¿Habéis estado en muchos sitios?
- Sí, sí, un montón.
+ ¿Y qué sitios quedan por visitar?
- Bueno pues nos quedan muchísimos sitios por visitar.
+ ¿Y cuál ha sido el más interesante?
- Hombre pues la verdad es que lo hemos pasado bien siempre. Los viajes en bici son muy divertidos: vas con compañeros, haces deporte, comes bien, se pasa muy bien. Hombre siempre te quedas más con el último que es el que hemos hecho este año, que ha sido un viaje muy bonito. Hemos seguido todo el Río Duero, desde su nacimiento hasta su desembocadura, y terminamos en Oporto, que es una ciudad portuguesa preciosa y la verdad es que fue un viaje muy bonito. No fue cuesta abajo como dijo el director del centro, que dijo que era un viaje fácil y que era todo cuesta abajo - Nos reímos todos-
+ ¿Y cuánto suelen durar más o menos los viajes?
- Pues sobre una semana, o diez días más o menos.
+ ¿Y vuestras mujeres no os dicen nada Mario?
- Nuestras mujeres después se largan de viaje sin nosotros también.(risas)
+ Cambiando un poco de tema, tú que has participado en tantas ediciones de La Papelera, queríamos preguntarte qué tenía la antigua papelera que debe aparecer en este especial.
- Hombre yo creo que La Papelera siempre tuvo buen nivel de calidad literaria, tanto por lo que escribieron los profesores, como por lo que escribieron los alumnos. Hubo gente que escribió artículos muy bonitos, de prosa, de poesía, y yo creo que eso no debería perderse. Creo que debería conservarse también la imagen personal de la revista en cuanto a su diseño, en cuanto a su imaginación y a todo eso. Yo creo que bueno, la última vez que se editó la revista me parece que quién la llevaba era Tomás, y colaboraba por ejemplo Juan Carlos Pardo que fue profesor en este centro durante mucho tiempo y él se encargaba de hacer las fotografías, las ilustraciones.. el departamento de dibujo con Juan Carlos Ragel también contribuía a la realización de la revista. Yo creo que esos son aspectos que deberían conservarse.
+ Hemos oído, que hablas mucho de la historia del loro.
- La historia del loro... (pensativo)
+ ¡Pero!, no sé, tu nos decías que nos ibas a contar una historia de un loro o algo así y ya no nos lo quisiste contar.
- Claro es que eso es un misterio.
+ Pero ¿alguien sabe esa historia?
- Mm, no, yo creo que aquí no.. bueno quizás algún compañero la sabe porque se la haya contado, pero es auténtica ¿eh?
+ ¿Piensas contárnosla alguna vez?
- Claro, más adelante cuando terminéis segundo de Bachiller. Las cosas importantes requieren su tiempo.
De fondo, se escuchan las risas de todos nosotros, cuando Mario pronuncia las palabras "segundo de Bachiller."
+ Y ya una pregunta fuera de todo esto, ¿tus chistes siempre han sido iguales?
- No no, yo he de reconocer que mi aspecto de monologuista (bromea), ha ido mejorando con el tiempo. Los alumnos reconocen que mis chistes de ahora son mucho mejores que los de antes. Así que podéis haceros una idea de cómo eran los de antes.
Mario vuelve a bromear y hace que la entrevista se haga un poco menos tensa para nosotros.
+ Bueno y ya para finalizar, ¿puede terminar contándonos uno?
- ¿Un chiste? eh.. es que ahora mismo si me estáis grabando no sé yo si debería porque vete a saber tú donde va a acabar esta entrevista. (risas)
+ ¿Dónde?
- Colgada en cualquier red de internet.
+ No.
- No, ¿no me vais a colgar por ahí?
+ No, no.
- Pues no sé yo ahora, no me acuerdo de ninguno, espérate.
+ Tienes tiempo Mario
- ¿Tengo tiempo? ¿Cuánto tiempo me queda?
+ Un minuto- risa nerviosa-
- Cuando me acuerde os lo cuento y lo grabo
+ Venga. Mario, dedica unas palabras:
- Bueno saludo a todos mis compañeros de trabajo, a mis amigos, a los del equipo ciclista, eh... (bromeando) al alcalde de mi pueblo, y al sargento de la Guardia Civil que me estará buscando.
Al fin terminó la entrevista. ¡Qué alivio! En realidad tampoco ha ido tan mal como nos imaginábamos. Nosotros hemos estado nerviosos pero tampoco tanto y Mario se ha mostrado muy amable y gracioso como siempre, haciéndonoslo todo más fácil. Dice estar muy contento y que ha sido una experiencia que le ha gustado mucho. Y a nosotros en realidad, créannos que también.
Nos despedimos de él, apagamos las luces y cerramos el aula. Mientras Mario bajaba las escaleras para ir de nuevo a la sala de profesores y nosotros las subíamos para entrar de nuevo a otra clase, me quedé pensando. Yo creo, y creo que los demás también piensan lo mismo, que Mario, será uno de esos profesores de los que, cuando echemos la vista atrás de mayores, nos alegraremos de haber conocido y que esos años de estudio, de la pesada, a veces, Historia, nos hará sonreír cuando nos acordemos de él, aunque solo sea por todo lo que sabe, por sus historias, sus chistes malos y su simpatía.
