Mi propio silencio me está atormentando, la distancia que hay de mí a quien quiero ser está haciendo que cambie mi forma de pensar. Me hace dudar, me hace sufrir, me hace pensar que soy yo la que falla. Y me levanto cada mañana pronunciando las mismas palabras de ánimo. Pero no hacen efecto. Busco todas las maneras posibles para salir adelante, porque es lo que tengo que hacer, pero a veces es tan difícil, el camino es tan largo, hay tantos baches que puedo y no puedo ver. No es como yo pensaba. Veo el triunfo de los demás y mis fracasos son tan dolorosos. En la vida real esto es así. Hay gente que llora porque otros ríen, y otros que ríen cuando los demás lloran. Los corazones se rompen y no hacen ningún sonido al caer. Temo creer que siempre, siempre será así.
María José Caballero ( 1º Bachillerato B)
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