Esta vez, la siguiente entrevistada era una profesora a la que le tenemos especial aprecio, Mila. Tras varios intentos para pillarla, en los cuales ella siempre estaba ocupada o se le había presentado algún contratiempo, conseguimos que en un recreo, en la biblioteca del centro, nos concediera la entrevista. Cuando llegamos, estaba allí, en la puerta esperándonos, tan guapa como siempre y con esa sonrisa que trasmite confianza, pero le pedimos que nos esperara un momento porque no encontrábamos una cámara. Fuimos a todos lados, preguntamos a todo el mundo y nadie tenía una cámara. Al final, encontramos una, pero al llegar a la biblioteca... ¡Mila no estaba! Empezamos a buscarla pero no aparecía. Cuando ya la dábamos por perdida, se nos ocurrió que quizás estaría en la sala de profesores, y allí estaba, en una reunión inesperada. Volvimos a la biblioteca para empezar con la entrevista, nos acomodamos y comenzamos a prepararlo todo: pusimos la cámara en un buen sitio, hicimos la prueba de sonido y a entrevistar. Mientras tanto, Mila estaba echándole un vistazo a las preguntas. Se la veía un poco nerviosa, y por eso no quisimos esperar más y nos pusimos manos a la obra.
-Bueno, pues cuando tú digas -le dije a Cristina, que era la que grababa en ese momento-.
+Si queréis os las contesto por escrito - Nos sugirió-.
Y así dimos comienzo a la entrevista.
-Bueno, vamos a hacerte una entrevista porque...
+Me habéis pillado por fin.
-Sí, después de tanto ajetreo- Dijimos entre risas-.
+Me estaba intentando escapar pero me habéis pillado- Bromeó-.
-Vamos a hacerle una entrevista para la asignatura de Proyecto Integrado, concretamente para nuestro blog: La Papelera...
+Electrónica, ¿no? -Nos interrumpió con una sonrisa en la cara-.
-Sí
Hablar con Mila era agradable, ya que se muestra muy cercana y además transmite mucha confianza. Bueno y también es que le tenemos un cariño muy especial.
-Empecemos con la entrevista- dijimos alegremente-.
+Muy bien.
-¿Porqué decidiste estudiar filosofía?
+¿La verdad..? Porque la cola de la matrícula era mas corta -Dijo entre risas- No, ahora en serio, dudaba mucho entre Filosofía, Psicología e Historia, y al final me decidí por la Filosofía. Y estoy muy contenta.
+¿Se puede cortar? Que esto es “mu agobiante” -Dijo mientras se recolocaba en la silla y se ponía bien el pelo- Venga vale, seguimos.
-¿Con que filósofo te sientes más identificada?
+Pues cualquier presocrático. Me gustan mucho los presocráticos, son gente muy especial. Teniendo en cuenta lo poquito que se sabía entonces y los pocos medios que tenían pues... la verdad es que tuvieron ideas brillantes. Luego, de los filósofos mas modernos pues quizás Nietzsche o algún contemporáneo. Pero entre nosotros, no me gusta nada Platón que tengo que darlo con frecuencia y algún que otro griego, pero bueno, si tengo que elegir del mundo antiguo, cualquier presocrático, Demócrito por ejemplo y así mas cercano Nietzsche.
-Y cuando llegaste aquí, a Algeciras, ¿qué fue lo que más te llamó la atención?
+Pues primero iba buscando el paseo marítimo pensando que Algeciras iba a tener paseo marítimo, yo que sé, un paseo marítimo para pasear y cuando llegué pues me sorprendió no encontrarlo. Me chocaba mucho la manera de hablar, que os lo he contado muchas veces, el choque del acento pero bueno de hecho me gustó, venía para dos años y mira, llevo en Algeciras veinticuatro.
-¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la enseñanza?
+Veintiséis.
-¿Y todos en este centro?
+Veintitrés en este centro -dijo entre risas- y el resto, los tres restantes, dos en Navarra, en un pueblecillo de la montaña perdido, donde nevaba y nos quedábamos aislados y uno en Sevilla donde conocí a Perfecto (Marido y profesor de Física y Química del mismo centro) y me lo traje conmigo. Que él se iba para Córdoba y le dije: “tú pa ca'”. Y aquí caímos los dos, nos casamos en este instituto, se organizó aquí la tremenda... no me pongas esa cara porque no veas la que se lió. Los alumnos nos montaron una en el SUM, porque claro, él tenía sus alumnos, y yo tenía los míos y cuando se enteraron que nos íbamos a casar, nos sorprendieron, nos grabaron... Tengo imágenes de aquel día, de los antiguos alumnos, grabando por todas las clases y celebrando nuestra boda, que fue una boda... ¡Vamos ni Lady Di! Unos lagrimones... que yo soy muy tontorrona y me dio por llorar mucho... ya os conseguiré las imágenes.
-¿Y participaste en el proyecto de la antigua papelera?
+Sí, participé también, con escritos que no voy a olvidar... de esas cosas que tú dices, ¿por qué las escribí? Fue un proyecto muy interesante y La Papelera tuvo mucha calidad, muchísima. Teníamos artículos muy interesantes, me hicieron entrevistas, colaboré también. Y la verdad es que fue, durante un tiempo, el alma del instituto, la verdad, y me encantaría que lo recuperaséis, en serio.
-¿Y qué crees que no debe de cambiar en esta edición de La Papelera?
+¿Qué no tiene que cambiar? Hombre la frescura que tenía, es decir, la hacían los alumnos y debéis seguir haciéndola, vuestras poesías, vuestros escritos, vuestras inquietudes y en fin, eso tiene que ser, para mí los más importante. Porque que un profesor haga un artículos pues, bueno, en fin, pero tiene que ser vuestra sobre todo y reflejar un poquito la vida del centro. Recuerdo que en la antigua papelera había entrevistas sobre cuestiones del instituto, muy interesantes. Ojalá eso lo volváis a recuperar.
-Ahora vamos a hacerte una pregunta que si quieres contestas y sino no...
+Si es mi edad ¡NO! - poniendo cara de circunstancia- No porque no hay ceros en el mundo para contarlos -dijo una vez más entre risas- Adelante.
-¿Cómo llevas eso de estar con tu marido en casa y después verlo en el trabajo?
+Pues lo llevábamos al principio fatal, porque además, muchas veces, él salía de una clase y yo entraba a la misma, entonces era como..., y al final, con el paso del tiempo, encontramos un término medio y es que, procurábamos en casa no hablar del instituto, porque imaginaos lo que es estar otra vez con toda la historia y estás comiendo y estás: “que si el primero no se cuanto” luego que si tal, ¿”Fulanito” como va contigo? Era así continuo, así que llegamos a esa conclusión: intentar dejarlo de lado cuando salimos por la puerta. No siempre se consigue pero bueno, y luego pues, es gracioso. Hay mucha gente nueva que pasa por aquí, que como tratamos, no de evitarnos pero de tener nuestro espacio, no sabe ni siquiera que somos pareja. Es que ni se dan cuenta, ni se enteran y llevamos ya juntos veinticinco años.
-¡Ay que bonito!
+Que bonico -dijo sonrojándose- y más que nos quedan.
-Y hemos oído que has pedido un traslado.
+Ah sí, sí, pero no, mmm, hay gente que me pregunta si es que me encuentro mal, y ¡que va! Al contrario, si yo me encuentro muy bien en este instituto, lo que pasa es que pienso que tengo que cambiar porque al principio, cuando empecé a trabajar en este instituto, me encanta la enseñanza como podéis ver, me involucraba en un montón de cosas, me vinculaba muchísimo. No quiero acomodarme, no quiero convertirme en un profesor que va a sus clases y no le importan las cosas, no quiero que me pase eso, me decepcionaría un montón. Entonces, no sé, pensaba que a lo mejor un cambio de sitio me iba a dar más energía. Porque los primeros años, me sabía todo lo que pasaba, participaba en todo. Después me he ido acomodando un poco y no quiero hacerme mayor en ese sentido, quiero cambiar. Pero vamos que si me quedo estupendamente, no pasa nada.
-Te vamos a echar mucho de menos de verdad.
+Sí..., más de uno está haciendo la quiniela a ver si se va esta y apruebo lógica de una... puñetera vez. Pero vamos que yo estoy contenta, lo que no quiero es eso, acomodarme, que pasen los años y me convierta en un profesor vulgar, ¿sabes? Lo mejor es eso, cambiar y tener que hacerte a un centro nuevo...
+Ha sido un placer, siento haberos dado tantas largas de verdad pero...
Y así terminó nuestra ronda de preguntas a la guapísima e inteligente Mila, aunque nosotras nos quedamos un rato más con ella echándonos unas risas y preguntándole que por qué viene siempre tan guapa, a lo que nos respondió que era muy coqueta. Esta fue sin lugar a dudas, una entrevista muy divertida y tranquila. Nosotras estábamos nerviosas, pero ella, como podéis ver, aun más.
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